Cuesta arriba

El lugar donde estoy haciendo mi servicio social es un edificio de unos 15 pisos. Los primeros dos días subí por el ascensor porque no sabía donde estaban las escaleras. Hasta el tercer día me enteré de dónde estaban, y también hasta ese día me enteré de dónde estaban los baños.

Me desagradaba mucho irme por el ascensor porque siempre iba lleno y además es de esos que te hacen sentir un jalón en la panza. Por esa razón, el mismo día que descubrí las escaleras, decidí utilizarlas con gusto.

Ya estaba yo subiendo las escaleras a toda prisa dirigiéndome hasta el 4º piso, cuando de repente sentí como que las patas y los pulmones ya no me daban para más. Me cansé cual viejito de 99 años en mala condición física y me detuve como al segundo piso.
Pero realmente no era el 2º piso, era el primer estacionamiento y aún me restaban dos niveles para siquiera poder llegar al 1º piso.

Descansé unos segundos, agarré aire y me agarré también del barandal de la escalera para poder subir poquito a poquito. Nomas' me falto el tanque de oxígeno porque ya cuando llegué al 4º piso, me sentí como si hubiera escalado el Everest.

Fuera de forma y oxidado como tanque soviético llegué a mi sillita y ahí me quedé sentado las 4 horas restantes.

Esa fue la cuesta arriba física;pero hay otra cuesta arriba que no se relaciona con mi mala condición física, sino con mi mala condición mental.

Entre las actividades que me va a tocar desempeñar va a ser ayudar al jefe en todos sus trabajos urgentes y atrasados. Modificaré líneas y líneas de código sobre un sistema muy grande y complejo, que está escrito con unos modelos y utilidades que no conozco.

Me dieron esta primera semana de gracia para que solo estuviera estudiando, sin embargo a partir de de mañana lunes "empieza el trabajo en serio"; así me dijeron. Todo lo que no sé lo deberé aprender sobre la marcha, a golpe de errores y preguntas.

Al igual que fisicamente, también me siento oxidado en esto de la programación; hacía como dos años que no me ponía a hacer ningún programa, y eso significa mucha práctica y conocimientos olvidados.

Con todo y la herrumbre tendré que aventarme a estos proyectos tan delicados, y pues me angustia mucho.

Voy cuesta arriba en esto, y me falta el aire y me fallan las piernas; por un rato serán pacientes conmigo, pero no creo que me la pueda pasar descansando para agarrar aire por siempre.

Espero por mi bién, poder agarrar buena condición muy rápido porque me hace sentir mal conmigo mismo la poca competencia que tengo ahorita para programar o para subir escaleras.